La Cuaresma, día tras día, con Maurice Zundel.
Maurice Zundel (1897-1975), sacerdote suizo, escritor, poeta, teólogo y – según Pablo VI – “un genio espiritual”.


21. Solo se llega a sí mismo a través de Dios

21. Solo se llega a sí mismo a través de Dios

Se habla de Dios según la experiencia que se tiene de él, y se tiene la misma experiencia de Dios que de sí mismo. Hay que ir hasta el último fondo para que algo cambie. Y ¿cómo ir hasta el último fondo? Evidentemente, es una especie de gracia, una especie de don. Es, en todo caso, una experiencia que uno hace, o no. El que va hasta el fondo de sí mismo sabe que se encuentra solo delante de la Presencia escondida en el fondo de su ser, el Dios vivo. Es la experiencia de San Agustín que tan a menudo hemos recordado. Al menos Agustín la expresa admirablemente: solo llega a sí mismo a través de Dios y en Dios es como llega a ser realmente él mismo. Cuando se llega a este punto, cuando esta gracia nos es dada, hacemos la experiencia de encontrarnos precisamente en el momento en que ya no pensamos en nosotros, en que cesamos de mirarnos y estamos suspendidos a esa Presencia interior a nosotros. En ese momento uno siente que ha llegado al fondo. Ya no sufre la vida. Ya no sufre el “yo” prefabricado. Uno respira entonces en una especie de libertad llena de silencio y de luz, delante de Alguien que uno percibe como se percibe a sí mismo, pues no es una experiencia quimérica, no es un invento, no es un sueño. Al contrario, es la única manera real de percibirse a sí mismo estando tan seguro de la Presencia de Dios como de la propia. Las vive al mismo tiempo porque, justamente, uno se vive a sí mismo como relación, como mirada hacia Dios.