La Cuaresma, día tras día, con Maurice Zundel.
Maurice Zundel (1897-1975), sacerdote suizo, escritor, poeta, teólogo y – según Pablo VI – “un genio espiritual”.


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17. Caminar como hijos de la luz

Antes andaban ustedes en las tinieblas, pero ahora son luz. Caminen pues como hijos de la luz” (Ef. 5, 8-9). ¡Qué admirable programa, qué sencillo y cómo canta en nuestros corazones! “Caminen como hijos de la luz”. Se trata pues de deshacernos de nuestros desvíos y contorsiones, de enderezarnos alegremente, de ir al encuentro de la luz adorable que nos viene por Jesús y de considerar precisamente que somos cristianos para echar fuera las tinieblas, para iluminar la oscuridad, para restituir la alegría y para ser en el medio en que vivimos apelando continuamente a las fuerzas creadoras que son todas positivas y van en el sentido de la armonía y la belleza. Y volviéndonos hacia el gran amigo que es Newman, pidamos por su intercesión en lo secreto de nuestra oración, que tengamos como él el gusto por la luz y poder cantar con él el admirable cántico que compuso precisamente cuando luchaba contra las tinieblas con toda su aspiración a la luz: “Condúceme, oh dulce luz, en las tinieblas que me rodean, condúceme; no pido ver lejanos horizontes. Un solo paso a la vez me es suficiente. Condúceme, oh dulce luz”.