La Cuaresma día tras día con Maurice Zundel
Maurice Zundel (1897-1975), sacerdote suizo, escritor, poeta, teólogo y “un genio espiritual”, según Pablo VI.

Cuaresma y verdadera contrición.

2. Cuaresma y verdadera contrición

La herida del amor propio no es contrición. La verdadera contrición se da únicamente sobre esto: no he amado el amor. “Lloro, como decía Jacopone de Todi, lloro porque el amor no es amado”. – “Io piango perché l’amore non è amato”.

Ese es el único motivo de una verdadera contrición: lloro porque no he amado al amor. Pero si lloramos realmente por no haber amado al amor, no se trata de detenernos en la mirada tornada hacia el pasado, pues no hay sino una sola manera de reparar las faltas de amor y es redoblando en el amor amando mejor hoy, pues la verdadera contrición finalmente se confunde con un acto de amor.

Es inútil gemir por haber omitido hacer el bien ayer. Se trata de devenir el bien ahora, se trata de amar hoy. Y por eso, como la Magdalena, como la mujer adúltera, como el buen ladrón, uno puede hacerse santo en un instante si la conversión va hasta la raíz del ser, y la persona entera ya no es sino impulso hacia Dios”.