LA VOZ DE LOS SIN VOZ

SILAS_posterEl documental Silas es un retrato del trabajo de este activista y del Instituto de Desarrollo Sostenible (SDI) en Liberia. Una actividad que viene de lejos y que hizo que Silas fuera galardonado en 2006 con el premio medioambiental Goldman.

«Cuando talan árboles y desmantelan nuestra tierra, nos arrancan a nuestra gente y nos quitan la vida. No habrá más negocios como de costumbre», sentenció Siakor.

La cinta, codirigida por la canadiense Anjali Nayar y la keniana Hawa Essuman, es la denuncia de la sociedad civil a los atropellos del Gobierno de la presidenta Ellen Johnson-Sirleaf en materia medioambiental.

El pulso entre la comunidad indígena Jogbahn y la empresa Equatorial Palm Oil (EPO) es el hilo conductor de una película que evidencia cómo las autoridades liberianas cedieron casi el 25 por ciento de su territorio a inversores extranjeros amenazando la existencia de un cuarto de la población.

La tenacidad de Silas desarboló las concesiones ilegales, el abuso de poder y la corrupción que se asentaba en Monrovia, la capital. Como parte vital de sus investigaciones, el SDI siguió el rastro del dinero y terminó apuntando a la propia Johnson-Sirleaf. Los escándalos medioambientales, unidos al brote de ébola que agrietó a Liberia son claves para entender la presidencia de la primera mujer en liderar un país africano.

El trabajo, que clausuró el festival de cine de derechos humanos organizado por Human Right Watch en Londres, es una defensa de la naturaleza, del derecho a la tierra y de las tradicionales formas de vida. Pero es también una invitación a que la sociedad sea parte informada y activa de las decisiones políticas de un país.

Silas es una película que canta a la resistencia y a la esperanza cuando las instituciones gubernamentales abandonan a los ciudadanos.


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Silas Siakor es un ejemplo de defensa de las políticas medioambientales. La determinación del SDI ha favorecido el derecho a la tierra y las formas de vida de las comunidades locales en Liberia. El trabajo de estos activistas desveló el escándalo de las talas ilegales bajo la legislación de Permisos de Uso Privado en 2013. Todas esas concesiones se cancelaron y más de dos millones de hectáreas de tierras forestales fueron recuperadas. Desde entonces, como afirma el activista liberiano, no se ha hecho ni una sola nueva asignación de territorios nacionales a ninguna corporación. 

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21.6.2018