La Cuaresma día tras día con Maurice Zundel.

Maurice Zundel (1897-1975), sacerdote suizo, escritor, poeta, teólogo y “un genio espiritual”, según Pablo VI.


37A.jpg

37. ¡Que Dios sea nuevo para Usted cada mañana!

Un sacerdote al que vi una sola vez en mi vida, vino a mi pieza un día en Neuilly y me dijo: Por favor, dígame algo, algo que pueda llevar en mi viaje. Yo le dije: ¡Que Dios sea nuevo para Usted cada mañana! Y él se fue, de prisa, a coger su tren. Ya murió, y me emociona pensar que el único lazo entre nosotros fue esa frase: ¡Que Dios sea nuevo para Usted cada mañana!
En efecto, es imposible concebir una religión viva si Dios no es para nosotros nuevo cada mañana. Nos cansamos de lo que ya hemos visto, sentimos constantemente la necesidad de novedad. Y un amor que no descubre cada día en el rostro amado un rasgo que aun no había percibido está condenado a morir pronto.
La vida espiritual es un descubrimiento inagotable y, para que Dios sea objeto de amor apasionado, es indispensable que sea para nosotros cada día un nuevo descubrimiento. Estamos acostumbrados a hablar de Dios con palabras de catecismo, y nos parece estar en un circuito cerrado. En realidad, las palabras del catecismo, bien entendidas, son palabras sacramentos, son palabras abiertas, son palabras que nos invitan a entrar en una aventura inagotable y maravillosa.